José Antonio “Toño” Zuñiga Rodríguez
Nombre: José Antonio “Toño” Zuñiga Rodríguez
Lugar de Condena: Ciudad de México, México
Fecha de Liberación o Exoneración: abril de 2008
Tiempo Servido: 3 años
Resumen:
Toño fue detenido de manera abrupta el 12 de diciembre de 2005, cuando apenas tenía 26 años, por la policía de la Ciudad de México en Iztapalapa.
Durante su arresto, los agentes omitieron la lectura de sus derechos. El sistema judicial mexicano no exige que se lea a las personas arrestados sus derechos. Este es una de las deficiencias del sistema judicial mexicano. Toño estuvo detenido durante dos días sin que se le informará de los cargos en su contra. En un plazo de dos días, fue acusado del homicidio de Juan Carlos Reyes Pacheco y llevado rápidamente a juicio.
A lo largo del proceso judicial, varias personas testificaron apoyando la cortada de Toño, evidenciando su ausencia en el lugar del crimen y confirmando su inocencia. Toño estaba trabajando en la Ciudad de México, lejos de la escena del crimen, en el momento del tiroteo de 2005. Además, Toño se sometió a una prueba de residuos de pólvora para determinar si había disparado un arma de fuego contra la víctima. El resultado de la prueba fue negativo.
Toño tuvo un juicio a puerta cerrada que no incluyó evidencia física que lo vinculara con el crimen, ni con la víctima, ni con el motivo, ni antecedentes penales. A pesar de estas pruebas, el juez optó por ignorarlas y condenó al joven inocente a 20 años de prisión basándose únicamente en el testimonio de un testigo menor de edad: el primo de la víctima. Este testigo ni siquiera lo acusó hasta su tercera declaración. En México, no hay juicios con jurado y la policía es recompensada por su número de arrestos. La mayoría de los acusados en México nunca ven a un juez ni una orden de detención. De los que sí llegan a los tribunales, la tasa de condenas de la Ciudad de México es del 95 por ciento, a pesar de que el 92 por ciento de los veredictos carecen de evidencia científica.
Mientras cumplía su condena, Roberto Hernández y Layda Negrete, abogados mexicanos y estudiantes de la Universidad de Berkeley en ese momento, decidieron asumir su caso con el compromiso de demostrar su inocencia.
Después de que un tribunal de apelaciones de la Ciudad de México votó por unanimidad para ordenar un nuevo juicio, Hernández y Negrete obtuvieron permiso para filmar los nuevos procedimientos. El descubrimiento de que el defensor público original estaba practicando con una licencia falsificada ayudó a Toño a obtener un nuevo juicio.
En su defensa, ellos argumentaron en contra de la credibilidad del testimonio del primo de la víctima al carecer de una identificación válida y presentaron nuevamente la prueba de pólvora en negativa.
En el nuevo juicio, el único testigo de la fiscalía admitió que no vio al acusado disparar a la víctima. A pesar de todas estas pruebas, el juez declaró culpable a Toño. Los estudiantes apelaron el caso mostrando que las cintas de vídeo de la audiencia diferían sustancialmente de lo que los jueces leían en papel. A nivel de apelación, Toño fue exonerado en abril de 2008 – después de 842 días encarcelado.
El caso de Toño se convirtió en uno de los casos más destacados de injusticias en el sistema judicial mexicano. Los estudiantes convirtieron sus videos del juicio en el documental llamado presunto culpable. El documental se estrenó en 2008. La película expone el sistema de justicia penal mexicano que a menudo asume la culpabilidad en lugar de la inocencia. La película es actualmente el documental más taquillero de la historia en México. La película ganó credibilidad cuando el Senado y el Congreso mexicanos aprobaron resoluciones en apoyo de la película. Específicamente, el Senado aplaudió la película por revelar el desastre y la desgracia de su sistema legal
En 2008, el gobierno mexicano comenzó a realizar reformas judiciales, incluidas enmiendas constitucionales que incluían una cláusula de presunción de inocencia. La reforma entró en vigor en 2016.