Eric Volz
Nombre: Eric Volz
Lugar de Condena: San Juan del Sur, Nicaragua
Fecha de Liberación o Exoneración: 17 de diciembre de 2007
Tiempo Servido: 14 meses
Foto(s):
Resumen:
En 2004, Eric Volz se mudó de los Estados Unidos a Nicaragua donde lanzó la revista El Puente. Cuando llegó a Nicaragua, vivía en la pequeña ciudad costera de San Juan del Sur. Cuando estaba allí, comenzó a salir con Doris Jiménez. Su relación terminó amistosamente menos de un año después cuando Eric se mudó a Managua. La casa de Eric y la sede de la revista estaban ubicadas en Managua.
El 21 de noviembre de 2006, Eric recibió la noticia de que Doris había sido encontrada muerta con marcas defensivas en su boutique de ropa. Volz fue arrestado minutos después del funeral, acusado del brutal asesinato.
La policía emitió órdenes de arresto contra cuatro hombres. Los dos primeros fueron Julio Martín Chamorro López (30 años), conocido localmente por su apodo "Rosita" y Nelson Antonio López Danglas, (24 años), conocido localmente como "Krusty." Ellos eran dos surfistas nicaragüenses locales de San Juan del Sur, conocidos consumidores de drogas y delincuentes menores. El tercero era un estudiante universitario que se rumoreaba que había estado saliendo con la víctima en el momento de su arresto, pero nunca fue arrestado porque la universidad le proporcionó una coartada. El cuarto individuo arrestado fue Eric. Armando Llanes, el novio de Doris en ese momento, nunca fue detenido y sospechosamente fue retirado de la lista de sospechosos.
Inicialmente, Rosita y Krusty fueron acusados del asesinato. Según el informe policial, ambos tenían rasguños físicos en su cuerpo, que eran consistentes con la evidencia de que la víctima arañó a sus agresores. Durante la investigación, la policía encontró artículos robados de la tienda de Doris en la casa de Krusty.
A pesar de estas pruebas, la fiscalía todavía le ofreció inmunidad y utilizó a Krusty como su principal testigo. Es la única persona que testificó haber visto a Eric en San Juan del Sur después del momento en que la policía cree que la víctima fue asesinada.
Rosita y Eric fueron acusados como coacusados. Rosita proporcionó una declaración vinculando a Eric con la escena del crimen. La fiscalía presentó la declaración no firmada de Rosita como prueba. Rosita no testificó, negando así la oportunidad de la corte para interrogarlo. Después del juicio, Rosita se retractó de su historia y declaró que la confesión fue coaccionada.
El juicio estuvo marcado por una intensa negatividad en la opinión pública. Dos días antes de la lectura de cargos de Eric, el 7 de diciembre, un automóvil con un altavoz voló en círculos por San Juan coreando "justicia para los gringos." En un momento de la audiencia, se escuchó a una mujer afuera gritar: "¡Vamos, gringo, te vamos a asesinar!" Una turba enfurecida amenazó con matar a Eric frente al juzgado, y un funcionario de la Embajada de los Estados Unidos fue agredido. Durante el juicio, los dueños de las tiendas cerraron sus negocios y la policía antidisturbios instaló un dispositivo de seguridad alrededor del juzgado
Según los abogados de Volz, los fiscales nicaragüenses no presentaron ninguna evidencia física antes o durante el juicio. No hubo evidencia física que vinculara a Volz con la escena del crimen.
Eric demonstró que estaba en Managua en el momento del asesinato, a dos horas de distancia del lugar del crimen. Eric presentó registros telefónicos que mostraban que estaban en una videoconferencia internacional. Los datos forenses revelaron mensajes instantáneos enviados desde su computadora de oficina a sus colegas durante todo el día, así como registros de triangulación de su teléfono celular y un comprobante de tarjeta de crédito firmado. El juez no permitió esta evidencia porque solo mostró que se hicieron las llamadas, no quién las hizo. Sin embargo, esto podría haberse confirmado hablando con aquellos que estaban en el otro extremo de estas conversaciones.
Habían diez testigos que estaban con Volz en su oficina en Managua, incluido un periodista nicaragüense muy conocido y respetado. Aunque diez testigos apoyaron su coartada y algunos estaban con él en el momento del asesinato, el juez de primera instancia desestimó el testimonio de los diez. Alegó que su testimonio sería redundante. Solo permitió que tres de los testigos testificaran, y ninguno de ellos estaba con él en el momento del asesinato.
La fiscalía entró en fotos de los hombros de Eric con marcas rojas. Afirmaron que estas marcas eran evidencia de los arañazos de autodefensa de Doris. Sin embargo, un experto de la defensa testificó que las marcas no podían haber sido de un rasguño porque no había piel rasgada. En cambio, las marcas eran moretones lineales consistentes con los que vendrían de llevar un ataúd. El día antes de que se tomara la foto, Eric era un portador en el funeral de Doris.
A pesar de presentar pruebas de su inocencia, la jueza condenó a Volz a 30 años de prisión. Volz fue sometido a torturas y maltratos en prisión. Después de su condena, la familia y los amigos de Volz iniciaron la campaña “Free Eric Volz,” afirmando su inocencia a través de las redes sociales, un documental y un sitio web.
El 17 de diciembre de 2007, el tribunal de apelaciones anuló la condena y ordenó la liberación de Eric.Uno de los magistrados de la corte de apelaciones que votaron para absolver a Eric Volz, basó su decisión en pruebas y testimonios del juicio, encontrando dudas razonables sobre la participación física de Volz en el asesinato. En su opinión expresó que es mejor tener a 100 personas culpables en libertad que a una persona inocente en prisión.
Después de su exoneración, le tomó 4 días ser retratado de la prisión. No fue puesto en libertad inmediatamente porque un juez no se presentó a una reunión vespertina para organizar su liberación. El juez local retrasó la firma de la orden de liberarlo.
Después de su liberación, abandonó inmediatamente Nicaragua y se escondió porque recibía amenazas de muerte y estaba preocupado por su integridad física. Su pasaporte y la fianza de 10.000 dólares nunca fueron devueltos.
Eric escribió un libro de memorias llamado Gringo Nightmare: A Young American Framed for Murder in Nicaragua. Después de que se anuló su condena, las familias de otras personas encarceladas injustamente comenzaron a acercarse a él en busca de orientación sobre cómo navegar por situaciones similares. En 2011, Eric fundó la agencia David House. Junto con California Innocence Project, la agencia David House ha trabajado en una variedad de casos ayudando a personas condenadas injustamente a ser exoneradas. Un caso famoso es el de Matthew y Grace Huang, una pareja estadounidense de ascendencia asiática de Los Ángeles que vive en Qatar y fue acusada de abusar de su hija adoptiva que sufría de un trastorno alimenticio y otros problemas de salud derivados de su crianza privada en Ghana.